viernes, 1 de enero de 2016

Me gustan los pelotudos, pero no tanto.

Hoy es un hermoso día para mandarse una cagada medio grande con la excusa de que ya terminó el año.


En el 2015 me emborraché, pero no tanto. Me drogué, pero no tanto. Me enamoré mucho, pero no tanto. Pensé que eras para mí, pero no, decidí que no eras para mí. Ni vos, ni todos los pelotudos que me dejaron por una ultrapelada.

Me di cuenta que fui muy inmadura en muchos aspectos, entonces empecé a buscar la forma de empezar este 2016 haciendo correcciones: ya no seré más la psicóloga de la verga de ningún tipo que no sepa qué es lo que quiere hacer con su vida o, al menos, con parte de ella (o con su pito, en otras palabras). Basta de tibios, de traumados, basta de giles; o sea, en resumidas palabras: basta del 99,9 % de hombres, por ende, de pijas. Está bien, me banco la que se viene, va a ser un 2016 de sequía pura.
Pero está funcionando esto de tomar decisiones y de optar por ser más adulta. Por ejemplo, estaba pensando que de ahora en más cuando termine de comer y quiera levantarme de la mesa pero sigan todos ahí, voy a fingir convulsiones (?)
Además, empecé a proponerme pensamientos positivos del tipo “¿cómo haces para sufrir por amor, Mariana, me queres decir, habiendo pan dulce en la mesa?”
Decidí que voy a seguir haciendo dieta, pero no me voy a quemar la cabeza para poder entrar en toda esa ropa haaaarrrrrmosaaaa que se ponen las minas, y que cada vez que me ponga a llorar adelante del espejo porque me veo fea (o cada vez que un tipo me diga que no me coge porque soy gorda –real, me pasó hace unas semanas- voy a acordarme de una frase que leí por internet: ¿ustedes prefieren estar bien vestidos o ser felices? Yo prefiero una pastafrola.)
Y esto de proponer un avance mental en este 2016 se está contagiando hasta en el ecosistema familiar de casa; mi mamá, por ejemplo, no me contesta los mensajes cada vez que le envío uno… debe querer que practique para cuando me guste alguien y no me de bola.
San Judas Tadeo, santo de las causas perdidas, ya estoy cansada. Lo único que voy a pedirte este año es que no dejes que me cruce con ningún pelotudo más, en serio, tengo ganas de descansar de situaciones del tipo yo ya te quería coger antes de que siquiera se te cruce el pensamiento vago de "mmm si no hay nada mejor medio que le doy a la gorda esta".


5 comentarios:

Hamburgar